Ocurrió en la ciudad estadounidense de Oklahoma. Un joven de 21 años, Mark Anthony Richardson Jr, se aprovechaba de sus niñeras cuando iban a su casa a cuidarlo, haciéndose pasar por un chico autista.
El depravado, que estaba con libertad condicional por piromaníaco, obtenía su satifacción sexual cuando la empleada intentaba cambiarle los pañales y lo corría por toda la casa, ya que el joven no se dejaba.
El estadounidense les hacia creer a las chicas que la persona que la contrató dejaba al niño con $40 y una nota escrita diciendo que tenía que ser alimentado. Él se preparaba con un pañal sucio y ropa vieja. También, armaba una mochila donde ponía pañales, crema, una botella y un chupete.
La mujer que se dio cuenta de esta situación y de la perversión del joven, lo denunció a la policía y declaró que “viendo todo en perspectiva me doy cuenta de que creía que cuidaba a un autista y en realidad estaba siendo utilizada para su placer”.
“El hombre se excitaba sexualmente cuando le limpiaba y le cambiaba los pañales”, agregó la niñera. También, agarraba el pecho de la niñera para volverse a dormir, y “lo alimentaba con un biberón con fórmula para bebés que tomaba `con la cara seria´”.
Tras la denuncia, el hombre confesó y la policía descubrió que estaba en libertad condicional desde el año 2008 por un incendio provocado voluntariamente.
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