La maestra, oriunda de Georgia, tenía en claro que ayudaría a sus alumnos a pesar de todo. Y esa promesa la cumplió incluso después de morir. En vez arreglos florales, su última voluntad fue que llevaran a su funeral mochilas. Gracias a la colaboración de su familia y amigos, lo consiguió: la foto se viralizó en las redes sociales y conmovió al mundo.
Y su deseo se hizo realidad. El día de su funeral, se vieron docenas de mochilas alineadas en los bancos de la iglesia.
"Tammy sirvió a los nenes y a la comunidad de Forsyth durante treinta años como maestra de primaria en las escuelas del condado. Tenía una pasión por la alfabetización y creía que cada chico merecía una oportunidad de aprender", se pudo leer en su obituario.
La docente quería que esos útiles escolares se donaran a una organización que asiste a chicos carenciados.
La docente quería que esos útiles escolares se donaran a una organización que asiste a chicos carenciados.
Sus amigos cumplieron con su último deseo al pie de la letra y hasta tuvieron que hacer una fila en la puerta de la iglesia con más de 100 mochilas que no entraban en la capilla.
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